No termino de entender a los políticos. Ahora resulta que la sartén le dice al cazo que renuncie a sus privilegios cuando deje de ocupar su puesto al frente de la presidencia castellano-manchega; a una secretaría de apoyo dotada con dos personas, a un local de oficina con los medios adecuados, a un conductor, a un automóvil de representación perteneciente al parque móvil de la Junta y a un servicio de seguridad.
Es cierto que el cazo miente, cuando por un lado anuncia públicamente que renunciará a esos privilegios y posteriormente su partido con él a la cabeza en el Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, impide con su voto en contra y por supuesto el de todo su partido, que se tramitara, debatiera y votara la propuesta del Partido Popular de modificar la Ley del Gobierno y del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha para erradicar tales privilegios.
Pero no es menos cierto que la sartén reprocha al otro un defecto del que ella y su partido también adolece. Qué fácil es hacer notar los defectos ajenos y no ver los propios.
Si realmente queréis una verdadera austeridad en estos tiempos de crisis para Castilla la Mancha deberíais dar ejemplo y renunciar uno por uno a vuestros privilegios desde ahora mismo. Y no solo eso, tendríais que legislar para que vuestros sucesores tampoco puedan disfrutar de esos privilegios. Eso si será una política de austeridad creíble; así si admiraremos a nuestros políticos.
Creeremos en vosotros, en la política y en vuestro discurso cuando deis ejemplo, mientras tanto no te acerques que me tiznas.
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