miércoles, 31 de agosto de 2011

NO ES LO MISMO PEDIR QUE EXIGIR

Siempre que veo una casa en ruinas no puedo dejar de pensar  en la cantidad de cosas que habrán ocurrido dentro de sus muros y  tejado. Penas, alegrías, risas, llantos, gritos, silencios…tantas historias. Es una lástima que se abandonen y se echen a perder esas casas, algunas  son verdaderas maravillas, son verdaderos patrimonios y en ocasiones, muy emblemáticas.  Siento que cuando alguien abandona y pierde una de estas casas, todos perdemos algo.

Nuestra Constitución está en ruinas, se cae. Y lleva avisando que se cae hace ya algún tiempo. Tiene verdaderos problemas estructurales. Es necesario rehabilitarla para que no se caiga un día un cascote y haga daño a alguien. Es fundamental y urgente por seguridad y por higiene acometer una reestructuración integral.
La reciente reforma del artículo 135 de nuestra Constitución no es nada más que una chapuza dentro de la reforma económica y democrática que necesita nuestro país y  nuestro sistema. No es una buena rehabilitación de nuestra ruinosa casa. La reforma tiene que ir más allá. Los elementos que estructuran nuestro país y sus normas fundamentales, no han sido tocados nunca. Es necesario restaurarlos.

Las obras de rehabilitación o reforma de estas casas son muy costosas y no suelen hacerse bien. Hay que derribar lo que está en mal estado y hacer una estructura nueva, con materiales modernos. No sirve tapar una gotera únicamente si el tejado está que se  cae. Habrá que hacer un nuevo tejado.
Han pasado 33 años y nuestra casa pide una reforma integral. Hay que hacerla bien y entrar a quitar las vigas en mal estado. Hay que hacer un nuevo forjado, nuevos muros de carga, acorde a los tiempos actuales. Hay que demoler aquello, que en su momento sirvió para salir de la dictadura y vivir en transición, pero que  ahora  ya no tiene sentido.  Hay que caminar, hay que avanzar.

Ha llegado el momento de hacer un estudio serio, organizado y racional de rehabilitación. Hay que derribar lo deteriorado y plantearse un nuevo modelo moderno de estado.  Y para ello hay que contar con todos sus dueños, que a la vez son inquilinos. Hemos de  “pedir” una reforma completa. Mejor dicho, hemos de “exigir” una reforma completa. No es lo mismo pedir que exigir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario