
Siempre he pensado que los programas electorales son como las moscas que hacemos los pescadores. Son un anzuelo que imitan estupendamente a ninfas de efímera emergente. Variamos el color y el tamaño según las necesidades y las condiciones. Algunas son muy coloridas y extremadamente preciosas. Una vez que la muerdes termina tu vida democrática.
Y ya que estamos de parecidos voy a terminar este comentario con una adivinanza:
¿En qué se parece un político a una plaza de toros de segunda?
Los dos te hacen comprar la entrada y después te cambian el programa.
¿En qué se parece un político a una plaza de toros de segunda?
Los dos te hacen comprar la entrada y después te cambian el programa.
Si ya dice el refrán que prometen y prometen hasta que...
ResponderEliminarUps, se me olvidó esta parte ;)
Besos, compi.