#pirámidetwitter #ProcesoConstituyente

 ARTÍCULO 251

Ayer a esta misma hora que les escribo este pequeño artículo, el hasthag #ProcesoConstituyente estaba siendo trending topic, tendencia, moda en Twitter. O sea, de este cambio de constitución, era de lo que más se hablaba en esa red social.

La iniciativa surgió de Pirámide Twitter. Es una plataforma de ciudadanos, en la que como dice Lorenzo Abadia,  “queremos abordar con un máximo de generosidad, una serie de acciones conjuntas que nos permitan concretar los mecanismos viables, para realizar de manera democrática y con la participación de todos los ciudadanos, una revisión constitucional que exprese un nuevo sentimiento social de pacto y que consistiría en cuestionar lo existente, deliberar en libertad sobre las distintas soluciones que desde la sociedad se vayan proponiendo y tomar las decisiones que determine la voluntad mayoritaria, de manera que, una vez conseguido el objetivo, los gobiernos que surjan de la voluntad popular, ya sean de una ideología u otra, representen fielmente a la mayoría de los ciudadanos y estén sujetos a ellos a través del control y la participación popular.”

Hemos decido crear esta plataforma para promover, alentar, reclamar, pedir y exigir-por que no es lo mismo pedir que exigir- un cambio político, una apertura de un proceso político en el que la ciudadanía pueda elegir sus normas de convivencia, de organización.

Cada dia soy más consciente que el poder constituyente somos el pueblo, pero votamos y aprobamos  una constitución que nos lo quitó y se lo ofreció a la democracia representativa, o sea a los partidos políticos. Y cada dia soy más consciente que solo la podremos recuperar en la calle; el poder no cederá al privilegio gratuitamente.

La constitución de 1.776  de los Estados Unidos, la de Francia de 1991 recoge que cada generación tiene el derecho de tener su propia constitución. Claro tiene que ser abierta y susceptible de ser modificada, ¿por qué una generación pasada ha de legar a otra sus reglas de juego?

 Ese pacto social que necesitamos solo vendrá de la mano de un Proceso Constituyente, eso sí, con libertad constituyente y para ello nosotros, los ciudadanos, hemos de ser el poder constituyente, la fuerza constituyente.

Lo importante en este mundo no es donde nos encontramos, sino en qué dirección vamos…Y esta ha de ser nuestra dirección.