Deberes de verano

Durante las noches, bueno mejor dicho las madrugadas, de este mes de Julio , del verano, en el que España cobró su deuda histórica con los mundiales de fútbol –sí, me gusta el fútbol y además lo practico- he tenido la posibilidad de conocer, analizar, investigar, criticar, evaluar un libro de texto de Ciencias de la Naturaleza para 1º de ESO.

Pude exponer mi forma de ver las cosas, mi manera de hacer ciencia, las capacidades y lagunas de nuestros alumnos , las virtudes y los defectos de los profesores, los intereses y prioridades de nuestros gestores-políticos educativos , las dificultades y necesidades de las editoriales y ante todo pude decir lo que pienso de este instrumento de enseñanza tan útil en muchos momentos pero tan peligroso si nos ceñimos a el en exclusividad y como única referencia.

Os acerco algunas de las reflexiones finales que plasmé en mi informe, creo que os serán de utilidad:

-La mayor dificultad que veo es que la mayoría de profesores se resiste a la innovación, el libro se ha hecho el amo de lo que ocurre en las clases y supedita toda una manera de enseñar y aprender. La mayor parte de los profesores, sobre todo en secundaria, sigue viendo el libro de texto como un salvavidas continuo para no tener que formarse tanto en lo técnico como en lo pedagógico y claro esto condiciona todo. Cuesta mucho alejarse de la propuesta monocolor que nos oferta el libro de texto; pero bueno, esto no es cuestión vuestra, sino nuestra, del profesorado, de nuestras ganas, ilusión, esfuerzo, interés por aprender, por actualizarnos e innovar que tengamos.

- Desde mi punto de vista es interesante esta convivencia entre el material impreso y las TIC, tienen que convivir y apoyarse mutuamente. Lo complejo de este asunto, creo que radica en que tenemos que cambiar las formas de enseñar y tenemos que innovarnos y replantearnos y también redefinir que es educar para una cultura tan compleja como la que de repente se nos ha presentado. Creo que han de convivir la rapidez de las pantallas con la lectura larga, pausada y reflexiva de los libros impresos. Cuantas más y variadas experiencias mejor. Nunca ha de sustituir una a otra y desde mi punto de vista no se ha de exclusivizar una de ellas, pues en la escuela no sobra nada y vale todo para aprender.
Considero que esta tarea es ardua y por supuesto entiendo que las administraciones educativas y sus programas de gratuidad no están dispuestas a pagaros lo que realmente valdría un verdadero proyecto multimedia; creo que esto es un circulo de intereses en los que por una parte nuestros gestores-políticos educativos están empeñados en colocarse la dichosita medalla digital y dar uso a sus flamante ordenadores y por otro lado la necesidad vuestra de darles un servicio y un producto en relación al precio que ellos imponen. La educación, nuestros alumnos, los libros de texto, los recursos multimedia, nosotros los maestros y vosotros la editoriales deberíamos estar por encima de estos intereses electoralistas y no sucumbir a sus deseos interesados y partidistas. Entiendo que vuestra función es vender un producto para el cliente y vuestros intereses son principalmente comerciales, entiendo que vuestro cliente es el programa de gratuidad y sus gestores educativos pero no tenéis que olvidar a quien va destinado vuestro producto, y si este producto hacerlo de calidad vale más dinero, pues lo tendrán que pagar y si no lo pagan habrá que decirles que su programa de gratuidad es ruin, nefasto, inútil, interesado y que piensa muy poco en los alumnos, en los profesores y por supuesto en vosotros. No nos tienen que limitar y por supuesto imponer un precio, un material, una idea que desde aquí os informo que la mayoría de docentes consideramos paupérrima, insuficiente, muy limitada y carente de recursos verdaderamente útiles para una verdadera digitalización de la enseñanza.
Este análisis que me solicitó una de las muchas editoriales de nuestro abanico educativo, me permitió adentrarme en el complejo mundo de los proyectos editoriales y conocer lo difícil que es hacer un libro de texto y todo lo que viaja con él.

- La oferta digital de las editoriales carece de consistencia de recursos, pues esta se limita únicamente a volcar los contenidos del libro impreso al formato electrónico para su uso en pantalla digital o en el ordenador individual del alumno. Nos ofrece la posibilidad de añadir, exportar, guardar contenidos en forma de fotos, enlaces, videos, audios, nos ofrece una plataforma en forma de taller digital con herramientas tecnológicas (resúmenes guiados, ejercicios interactivos autocorregibles etc), pero el material multimedia que nos ofrecen no solo debe consistir en una digitalización del libro de texto y en unas cuantas animaciones flash, unos cuantos clips de video y unos ejercicios autocorrectores. Echo de menos un verdadero y útil material multimedia para cada unidad, en forma de power point, smart board-notbook u otro programa que nos acerque de una forma distraída, pedagógica y cercana los contenidos.


Confío en que mis deberes de verano sirvan para algo y desde aquí mi más sincero ánimo a las editoriales en su dura tarea de buscar un libro cada vez más exigente, científico, organizado, adecuado, completo, actualizado, original, y funcional posible. Hasta pronto y gracias por haberme hecho participe de un trocito de sueño editorial.