lunes, 14 de noviembre de 2011

Me he dado cuenta que pertenezco a un club muy selecto.

Me he dado cuenta que pertenezco a un club muy selecto. Algunos dicen que es de reputación dudosa,  pero la verdad es que en él, tengo numerosas posibilidades de encontrar lo que quiero y  además permite relacionarme con personas de otros lugares, de ideologías y pensamientos diferentes.

Nos reunimos  para elegir a  nuestros dirigentes. No lo hacemos en base a su capacitación. Su carácter es confidencial, no se conoce ni los temas, ni las normas, ni nada de lo que harán una vez elegidos. Su composición es secreta. Sus miembros, no son elegidos de  manera democrática. Poseen numerosos privilegios y esto me hace dudar de sus verdaderas intenciones. A pesar de ello,  incomprensiblemente, sigo asistiendo a tales citas. Sé que es superficial, enfermizo, absurdo y disparatado lo que hago, pero…

A estas reuniones acudimos cada cuatro años y somos fijos los que asistimos a estos encuentros. En ocasiones aparecen nuevos invitados que han adquirido la condición de socios del club. Ellos también tienen el derecho y el deber de elegir a nuestros dirigentes, fue un derecho que costó mucho adquirirlo.
Me he dado cuenta que pertenezco a un club muy selecto. Este domingo tengo una cita con él.

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