martes, 19 de junio de 2012

HEMOS DERROCHADO

“Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, hemos malgastando. Nos hemos endeudado tanto para vivir a ese ritmo, que ahora toca pagar ese ritmo de vida y el préstamo pedido para conseguirlo. Hay que apretarse el cinturón. Austeridad, amigo, es lo que toca”.
   
    Estas fueron mis palabras, para intentar explicar a unos amigos el porqué no salgo a la calle con una camiseta verde en contra de los recortes en Educación. “¿En qué se ha malgastado?”, o “Sí al crecimiento no a la austeridad”, me decían.
   
    Como si esta opción fuese posible. Ahora nos toca pagar la deuda de todo lo que hemos malgastado de forma irresponsable. Nuestro gasto público ha sido desproporcionado, gastábamos lo que no teníamos. Muchos de nuestros políticos no veían más allá de su periodo de mandato y se endeudaron para hacer infraestructuras ruinosas que endeudaron a España, obras de muy dudosa rentabilidad, caprichos en muchas ocasiones. Se equivocaron, es evidente, pero ¿pagaron por sus equivocaciones? Pues no; la ley les ampara y les protege.
   
    Esta crisis me está enseñando dos cosas. Una: no debemos gastar lo que no tenemos. Dos: no hemos de fiarnos de nuestros gestores, de sus intereses personales, de partido y de sus miras cortoplacistas.
   
    Pues mira amigo, hemos malgastado en aeropuertos inservibles, ahora cerrado, como el de Ciudad Real (1100 millones), o el de Lérida, Badajoz, Burgos, Huesca, León, Logroño, Pamplona, Castellón etc.
   
    Hemos malgastado en infraestructuras ruinosas e inacabadas como el museo de los sanfermines en Pamplona, el museo de las gemas en Málaga, el espacio andaluz de arte contemporáneo en Córdoba, la ciudad del flamenco en Jerez, el museo del aceite de oliva en Jaén, la ciudad de la cultura en Santiago, el auditorio fantasma de Tembleque, la ciudad de la luz en Alicante, el museo Pablo Serrano en Zaragoza, centro Niemeyer de Avilés, la cúpula del milenio en Valladolid. Museos muchos inacabados, otros mastodónticos y espectaculares, pero vacios. Niemeyer, Calatrava… estos arquitectos no llenan ahora los museos.
   
    Tranvías como el de Parla, Jaén, Zaragoza y Jerez y así un sinfín de derroche de dinero público que ha terminado en la más absoluta esterilidad. Si lo tenía el vecino, yo también, eso me dará votos, debían de pensar nuestros responsables. Respecto a lo malgastado en Educación, “ya tú sabes amigo” lo que hay por ahí.
   
    Por lo visto, hay quien piensa que estas medidas de austeridad son por empeño personal y que hay que seguir malgastando, ¡como si esto de la crisis no fuera con ellos! ¿Hasta dónde llegan los intereses, las decisiones y la disciplina de partido?
   
    Para terminar, quería hablaros de la decisión del rey de no asistir hoy al Bicentenario del Tribunal Supremo. Se ve que la foto al lado de Dívar no es lo conveniente. Suficiente está dañada la imagen del rey como para compartirla con el presidente “viajero”.
   
    No entiendo la decisión, me parece que la corona y sus asesores se equivocan en mandar al príncipe en su representación. La excusa que ha puesto es que debe de asistir a dar el pésame a la familia saudí, por el fallecimiento de un miembro muy significativo. Me temo que en este asunto, se antepone la imagen a las responsabilidades. Así nos va.
   

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