"Cuantos más cargos cambian tras unas elecciones, peor funciona un país". Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un comité de expertos de la ONU, tras analizar las diferencias entre los países que funcionan y los que no.
Hace unos días, alguien me comentaba que nos iría mejor con la mitad de cargos políticos. Que sobran demasiados políticos en España, que está tremendamente politizada. También me decía que los políticos, en este país, están más pendientes de sus asuntos de partido, que de los asuntos del país. Unos en conseguir el poder si no lo tienen y otros en lo perderlo si lo están disfrutando. “En realidad no se ganan elecciones, sino que las pierden otros” afirmaba.
Y es cierta la afirmación. Los políticos que están en la oposición llegan a preferir el deterioro nacional, el caos, el desastre, el demerito del que gobierna, antes de encontrar una solución y salir del problema. ¡Cómo son! ¡Cuánta paciencia!
Deberíamos tener un “inventario” de cargos políticos en este país y que rindiesen cuentas a la sociedad civil. Tal vez así nos daríamos cuenta de lo grave que es que esta casta, gremio, clase, jerarquía o burguesía actual invada y colonice cada rinconcito de la administración pública, como por ejemplo el gerente de un hospital o el inspector jefe en tal o cual área. ¿Por qué cada cambio político supone un relevo de estas figuras? ¿Cuáles deben de ser los criterios? Confianza, profesionalidad, preparación, experiencia…
Respecto a esa infinidad de entes públicos, que funcionan como políticos invisibles: asesores, liberados ideológicos, personal de confianza, consejeros, tal vez deberían volver a sus puestos de trabajo, si es que los tienen claro.
La presidenta Esperanza Aguirre, es muy oportunista, muy política, muy demagoga, pero sea como sea y por lo que sea, en este asunto estoy con ella y con la reducción del número de diputados; aunque más jugoso e inteligente sería repensar el actual modelo autonómico o de diputaciones. Eso sí que sería buscar salidas. Creo que cuando algo global fracasa, pretender solucionarlo sin grandes cambios es imposible.
Hoy también quería hablaros y dar mi opinión sobre el asunto del “rescate” o “ayuda” o “inyección económica” que vamos a recibir del Eurogrupo. 100.000 millones. ¿Serán en su totalidad para sanear la Banca? ¿Qué condiciones y exigencias les pondrán? ¿En qué nos afectará al resto de españoles? ¿Irá todo el dinero destinado a recapitalizar la banca? ¿Será solución a nuestra crisis? ¿Llegará el dinero como créditos a pequeños y medianos empresarios? ¿Mejoraremos con este préstamo tan importante que nos han concedido? ¿Este préstamo aumenta nuestra deuda total como país? ¿Subirá la Bolsa y bajará la prima?
De momento aquí termino, que luego algunos dicen que todo es demasiada palabrería y que protestamos por protestar, con demasiada letra y sin decir nada en concreto. Que nos metemos siempre con los políticos y que hacer, hacer, no hacemos nada. ¿Acaso solo ellos tienen el monopolio de pensar, reflexionar, cuestionar y opinar sobre estos asuntos? ¿Solo los expertos?
En fin, seguiré haciendo lo que hay que hacer y sin dejar de hacerlo. Esa es mi tarea de todos los días. Guste o no guste; pues uno es odiado por cómo es, pero también querido, por la misma razón, por cómo eres. Seguiremos.
Hace unos días, alguien me comentaba que nos iría mejor con la mitad de cargos políticos. Que sobran demasiados políticos en España, que está tremendamente politizada. También me decía que los políticos, en este país, están más pendientes de sus asuntos de partido, que de los asuntos del país. Unos en conseguir el poder si no lo tienen y otros en lo perderlo si lo están disfrutando. “En realidad no se ganan elecciones, sino que las pierden otros” afirmaba.
Y es cierta la afirmación. Los políticos que están en la oposición llegan a preferir el deterioro nacional, el caos, el desastre, el demerito del que gobierna, antes de encontrar una solución y salir del problema. ¡Cómo son! ¡Cuánta paciencia!
Deberíamos tener un “inventario” de cargos políticos en este país y que rindiesen cuentas a la sociedad civil. Tal vez así nos daríamos cuenta de lo grave que es que esta casta, gremio, clase, jerarquía o burguesía actual invada y colonice cada rinconcito de la administración pública, como por ejemplo el gerente de un hospital o el inspector jefe en tal o cual área. ¿Por qué cada cambio político supone un relevo de estas figuras? ¿Cuáles deben de ser los criterios? Confianza, profesionalidad, preparación, experiencia…
Respecto a esa infinidad de entes públicos, que funcionan como políticos invisibles: asesores, liberados ideológicos, personal de confianza, consejeros, tal vez deberían volver a sus puestos de trabajo, si es que los tienen claro.
La presidenta Esperanza Aguirre, es muy oportunista, muy política, muy demagoga, pero sea como sea y por lo que sea, en este asunto estoy con ella y con la reducción del número de diputados; aunque más jugoso e inteligente sería repensar el actual modelo autonómico o de diputaciones. Eso sí que sería buscar salidas. Creo que cuando algo global fracasa, pretender solucionarlo sin grandes cambios es imposible.
Hoy también quería hablaros y dar mi opinión sobre el asunto del “rescate” o “ayuda” o “inyección económica” que vamos a recibir del Eurogrupo. 100.000 millones. ¿Serán en su totalidad para sanear la Banca? ¿Qué condiciones y exigencias les pondrán? ¿En qué nos afectará al resto de españoles? ¿Irá todo el dinero destinado a recapitalizar la banca? ¿Será solución a nuestra crisis? ¿Llegará el dinero como créditos a pequeños y medianos empresarios? ¿Mejoraremos con este préstamo tan importante que nos han concedido? ¿Este préstamo aumenta nuestra deuda total como país? ¿Subirá la Bolsa y bajará la prima?
De momento aquí termino, que luego algunos dicen que todo es demasiada palabrería y que protestamos por protestar, con demasiada letra y sin decir nada en concreto. Que nos metemos siempre con los políticos y que hacer, hacer, no hacemos nada. ¿Acaso solo ellos tienen el monopolio de pensar, reflexionar, cuestionar y opinar sobre estos asuntos? ¿Solo los expertos?
En fin, seguiré haciendo lo que hay que hacer y sin dejar de hacerlo. Esa es mi tarea de todos los días. Guste o no guste; pues uno es odiado por cómo es, pero también querido, por la misma razón, por cómo eres. Seguiremos.
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