domingo, 11 de noviembre de 2012

¿Colegios e institutos bilingues para mejorar la educación?

Artículo 190.

Considero que la realidad de los centros bilingües es otra bien diferente a la que se plasma en esos proyectos de papel o en esa publicidad que se hace. Estos centros no consiguen de una forma real y sincera el uso de una lengua extranjera  como lengua vehicular en diferentes áreas o materias. Ni los docentes están preparados para ello ni el sistema ofrece una verdadera plataforma para ello. ¿Acaso pensáis que nuestros alumnos terminan sus etapas educativas con un nivel medio de inglés o francés? ¿De verdad creéis que nuestros alumnos aprenden los contenidos de Ciencias de la Naturaleza en lengua inglesa?
Uno de los mayores trompicones que se está dando en educación es con el bilingüismo. Estamos obsesionados con que el inglés sea la lengua vehicular de nuestra educación. Tanto lo estamos que lo hacemos deprisa, corriendo y mal.


¿Los profesores de Primaria y Secundaria tienen buen nivel de inglés para impartir sus clases en esta lengua? ¿Hay profesores habilitados suficientes para tanto colegio e instituto bilingüe? ¿El procedimiento de acreditación es el adecuado? ¿Habilitación y calidad van de la mano?
Los profesores acompañantes, auxiliares de conversación o asistentes vienen a dar respuesta a estos interrogantes pero: ¿están ellos capacitados para enseñar? O solamente cobran poco y hablan en inglés.
Impartir la materia en inglés tiene beneficios económicos para el profesor que lo hace. Además en algunos casos, tiene mejores alumnos.

Os dejo por  aquí mis reflexiones, sobre lo que puede suponer que un centro educativo se incorpore al Plan de Plurilingüismo que nos proponen. No pretenden otra cosa que cuestionar, hacer pensar y reflexionar, hacia dónde vamos o iremos con esta moda y con estos modelos plurilingües.

No es nada más que un punto de vista, otro punto de vista. Hay distintas maneras de “hacer Centro”; de “CALIDAD”, me refiero, que a veces confundimos estas palabras. Yo solo conozco la que se inspira en el trabajo, en el esfuerzo y en las cosas hechas con coherencia y sentido. Hechas, con convicción de que es lo mejor  para la educación de nuestros alumnos, para su futuro, pues esa debería ser la esencia a perseguir; dejando de lado ciertas complicidades con el sistema, conveniencias personales, ideológicas o decisiones cortoplacistas, que al fin y al cabo serán, pan para hoy y hambre para mañana. Ahí van:

1.- ¿Cuándo el centro sea plurilingüe, aumentará el número de matrícula? ¿Vendrá nuevo alumnado desde otros centros? ¿Será el mismo alumnado?
2.-¿El alumnado que se va en busca de otros IES y deja o no viene al IES  lo hace en busca de “bilingüismo”? ¿Hay otras razones? ¿Cuáles?
3.-¿La solución para que no se vayan es ofrecerles este modelo Plurilingüe?¿Qué está ocurriendo en centros vecinos?
4.-¿Mejorará este Plan la calidad de nuestro centro? ¿Y la de nuestros alumnos? ¿Bajarán los contenidos curriculares aprendidos en las Áreas implicadas? ¿Para ser explicados estos contenidos  con vocabulario y estructura gramatical en otra lengua, disminuirán su volumen?. ¿Bajará el nivel cultural? ¿Es la solución la enseñanza bilingüe, donde el niño encima oirá aquello que, ya de por sí en alto grado no entiende, en un idioma que encima no controla? ¿Se retrasará la adquisición de ciertos contenidos?
5.- ¿Aumentará esto el número de alumnos motivados en las clases? ¿Y su comportamiento? ¿Y la disciplina? ¿Y el abandono escolar? ¿Y el absentismo?
7.- ¿Habrá exclusión de alumnos con dificultades de aprendizaje?   
8.- ¿Quiénes van a dar clase en los IES bilingües? Aquellos profesores que, lógicamente, se habiliten, es decir: tengan los conocimientos suficientes de inglés, Nivel B-2. Obsérvese que no hay ningún requisito pedagógico –por ejemplo, ser seleccionados por su valía- sino uno meramente instrumental como es saber otro idioma: pueden dar la clase tan bien, o tan mal, pero eso sí en otra lengua.

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