sábado, 6 de abril de 2013

SI NO HAY JUSTICIA HAY ESCRACHE

ARTÍCULO 217

“Si no hay justicia hay escrache”. Este es la “sentencia” que acompaña a los miembros de la plataforma de afectado por la hipoteca (PAH), en cada una de sus visitas-a modo de castigo- a la vida privada de “algunos” de nuestros políticos.

Hoy, de forma muy amigable y pacifica -de momento- le ha tocado al senador De las Heras. Tres personas de la PAH se han presentado en el bar en el que el teniente alcalde del Ayuntamiento de Guadalajara acostumbra a desayunar, para “informarle” de la problemática del asunto y para recriminarle el voto de su partido, en contra de la iniciativa legislativa popular contra los desahucios (ILP).
Entiendo el enfado de la calle y la hostilidad hacia nuestros políticos; parecen no darse cuenta de la pobreza, de la desigualdad social, de la baja calidad democrática y del cabreo de los ciudadanos a los que representan. Parecen no entender que estas desigualdades conllevaran a actuaciones fuera del paradigma imperante y en consecuencia fuera de la legalidad. Parecen no querer escuchar lo que les decimos, no sentir lo que les trasladamos.

Comprendo que sus partidos están pervertidos. Que no hay democracia interna en ellos para elegir los candidatos. Que no nos sentimos representados. Que queremos participar en su elección. Que queremos  que nos sean cercanos, que haya un contacto y podamos emitirles propuestas y peticiones. Y que nos las tengan en cuenta, llegando donde tengan que llegar para ser efectivas. Sabemos todo esto y más, pero ¿por qué no se refleja esto en las urnas en vez de los hogares de nuestra clase política?

“Si se puede pero no queréis” es lo que hoy le trasladaban a De Las Heras. Entiendo tanta hostilidad, pero ¿merecen ser castigados con el escrache en su vida privada, en su casa, en su bar? ¿Quién decide el castigo? ¿Y quién decide a quien?

¿No les ocurre que cuando ves el odio en los demás suavizas el tuyo y paras a reflexionar? Creo que los escraches en apoyo de la ILP son inadmisibles, son una escusa para provocar otras cosas, tal vez el estallido social.  Es más creo que la PAH es un movimiento organizado, no espontáneo y poco democrático.  Detrás de ellos no está el pueblo, no son la mayoría y las 1.402.854 firmas de las que presumen, solo son apoyos a un documento concreto, no a una plataforma, ni a sus modos y maneras.


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