martes, 7 de enero de 2014

LOS ADOLESCENTES… LOS PADRES… Y EL SEXO

ARTÍCULO 260

Una de las cosas que más me sorprende con respecto a la educación, es la deficiente educación sexual que recibimos, aún hoy, de padres y profesores durante la etapa más importante, más compleja y  más confusa: la adolescencia.

Un buen profesor, un buen padre ha de ser un creador de un mejor futuro…Y en esto de la sexualidad el futuro pasa por evitar  embarazos no deseados, contagios por enfermedades de transmisión sexual y disfunciones sexuales y afectivas varias.  Y la mejor forma de hacerlo es con una buena educación sexual, hecha desde la naturalidad, con conversaciones francas, sencillas y sin vergüenzas, dejando a un lado todos esos  paradigmas falsos, moralinas, prejuicios, tabúes…. y modelos abstractos y oscuros de sexualidad que nuestra religión, nuestro contexto social y cultural- en numerosas ocasiones- nos limitan y nos impiden vivenciar -de una forma natural- esta necesidad biológica como  lo haríamos con cualquier otra. La excitación es, por ejemplo, un proceso natural, como podría ser la digestión…Todos sabemos  y todos enseñamos cómo funciona: ritmos, fisiología, bioquímica, anatomía…de la digestión, pero no de la excitación. ¿Por qué?

Decir que no deben de dormir juntos parejas de 17 y 18 años es o un anacronismo para hacérselo mirar o no querer ver  la realidad de nuestros adolescentes. Los adolescentes, actualmente, tienen su primera relación sexual en torno a los 15 años y muchos de sus padres tienen verdaderas dificultades en tener conversaciones francas y sinceras para ayudarles a que todo sea más sencillo, sin vergüenzas y mentiras. Viven con miedo y preocupación- unos y otros- estas cuestiones. ¡Con lo importante que es este periodo!

En muchos casos no saben cómo comportarse con sus hijos, no saben si hablar, si callar, si imponer, si prohibir que disfruten de sus primeras relaciones sexuales, sin dejarles hacer el coito en la intimidad de su casa, sin permitirles disfrutar de un espacio privado para encontrarse y sin ninguna prisa, en sosiego, disfrutando de la magia y del relax de la sexualidad.
En ocasiones  hacen la política del avestruz, impidiendo que se haga en su propia casa o en un hotel compartido en vacaciones por otros lugares en los que estos encuentros son en situaciones inadecuadas.

La intimidad es muy importante, pero más aún, en los primeros encuentros sexuales. Lo inadecuado del lugar, la tensión del momento y la prisa puede llevar a situaciones realmente alarmantes en la sexualidad de estos adolescentes. ¿Es lo que queremos para nuestros hijos?

En este asunto, como en tantos otros relacionados con el arduo asunto de educar, creo que deberíamos enseñar a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se les enseña a hacer; se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad, no a la costumbre.

Hoy quería hablarles también de una nueva adicción, que pasa muy desapercibida, pero que comienza a provocar verdaderos desenfoques sociales y psicológicos. No es otra que la adicción a la mensajería instantánea.  Lo dejaré para otra ocasión, tengo mucho que contarles. Feliz año.


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