Nunca me había sentido tan ninguneado como al descubrir en la puerta de la sala de profesores del centro en el que trabajo, un comunicado que nos informaba de su decisión de eliminar la festividad del 2 de mayo y en su lugar, adelantar un día el comienzo de las vacaciones de Navidad.
Otro tópico que se me derrumba en el mundo educativo en el que últimamente vivo. Muchos somos los que opinamos que el consenso, el dialogo y el entendimiento son buena formas de proceder en la vida. Siempre he admirado a esas personas que oyen, escuchan y en consecuencia toman decisiones teniendo en cuenta lo escuchado.
La Consejería de Educación parece tener otras formas de proceder al no considerar la decisión tomada por la comisión del calendario escolar, en una reunión que se celebró en las la Delegación Provincial de Educación. Dicha comisión está formada por representantes sindicales, de las familias, del profesorado, directores de centros educativos de nuestra provincia y miembros de la Delegación Provincial de Educación encabezados por la Delegada Reyes Estévez y decidió cambiar la fecha del 2 mayo por el día 28 de febrero. Su razón fue: "la necesidad de equilibrar los descansos de nuestros alumnos y así incluir algún día no lectivo en el largo segundo trimestre de este curso". La Delegada provincial dio el visto bueno a esta propuesta y se remitió a Toledo para que fuese autorizada por la Consejería de Educación.
¿Qué criterios ha seguido la Consejería para dicho cambio?. ¿Quién regula los cambios de calendario en una provincia?¿Por qué esta postura desde Toledo tan impositiva?.¿Qué tiene pensado hacer la Señora Reyes Estévez y el resto de miembros de la comisión ante tal imposición?
En las primeras clases de vida que recibí aprendí a no conformarme ni resignarme con imposiciones unilaterales y sin consenso. Desde Guadalajara os pido que Toledo respete y tenga en cuenta las decisiones tomadas en nuestra capital, o acaso es que somos marionetas manejadas con los hilos de la obligación, de la imposición, de la amenaza y del achantamiento.
Otro tópico que se me derrumba en el mundo educativo en el que últimamente vivo. Muchos somos los que opinamos que el consenso, el dialogo y el entendimiento son buena formas de proceder en la vida. Siempre he admirado a esas personas que oyen, escuchan y en consecuencia toman decisiones teniendo en cuenta lo escuchado.
La Consejería de Educación parece tener otras formas de proceder al no considerar la decisión tomada por la comisión del calendario escolar, en una reunión que se celebró en las la Delegación Provincial de Educación. Dicha comisión está formada por representantes sindicales, de las familias, del profesorado, directores de centros educativos de nuestra provincia y miembros de la Delegación Provincial de Educación encabezados por la Delegada Reyes Estévez y decidió cambiar la fecha del 2 mayo por el día 28 de febrero. Su razón fue: "la necesidad de equilibrar los descansos de nuestros alumnos y así incluir algún día no lectivo en el largo segundo trimestre de este curso". La Delegada provincial dio el visto bueno a esta propuesta y se remitió a Toledo para que fuese autorizada por la Consejería de Educación.
¿Qué criterios ha seguido la Consejería para dicho cambio?. ¿Quién regula los cambios de calendario en una provincia?¿Por qué esta postura desde Toledo tan impositiva?.¿Qué tiene pensado hacer la Señora Reyes Estévez y el resto de miembros de la comisión ante tal imposición?
En las primeras clases de vida que recibí aprendí a no conformarme ni resignarme con imposiciones unilaterales y sin consenso. Desde Guadalajara os pido que Toledo respete y tenga en cuenta las decisiones tomadas en nuestra capital, o acaso es que somos marionetas manejadas con los hilos de la obligación, de la imposición, de la amenaza y del achantamiento.
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