Quizá será la edad, será que uno con el paso del tiempo se vuelve más reflexivo y se cuestiona todo, o simplemente es que soy así. El caso es que no paro de mirar al pasado, para intentar entender este presente y aventurarme en vislumbrar el futuro. El hacia dónde vamos siempre ocupó un lugar importante en mi cabeza.
Y os cuento esto, porque hace unos días me preguntaban si yo recomendaría un libro a mis alumnos, en el que se tratara y hablara el tema del suicidio de un escolar, por sufrir acoso en clase. El autor de la pregunta ha escrito una novela juvenil sobre el tema, basándose en un caso real. En su libro, según destaca el mismo, en el que prevalece la justicia, la amistad, el compañerismo y el dialogo como herramienta de solución. Las editoriales leyeron el libro y consideraron que era demasiado crudo el tema y no tendría respaldo de la comunidad educativa. He de confesar que no lo he leído, tengo ganas de hacerlo. Es triste, pero muchas ideas, actitudes y experiencias educativas quedan en el cajón del olvido, por no pasar por el aro de la ortodoxia cultural de nuestra sociedad.
Paradójicamente vivimos en la era de la comunicación, pero es el momento en que menos nos comunicamos, en el que menos hablamos de nuestros sentimientos, del dolor. Hablar del dolor, humanizarlo y convertirlo en parte de nuestra cotidianidad es necesario para superar el miedo, la pérdida de un ser querido y el sentimiento de culpabilidad, si este apareciese.
Le comentaba al autor de la pregunta que, en esta sociedad, en estas instituciones, hay que tener cuidado con la sensibilización y con tratar estos temas. Incomoda mucho, a padres y superiores, verbalizar y naturalizar ciertos temas, que por otra parte deberían ser naturales. Los adultos estamos empeñados en apartar el dolor, el sufrimiento y los problemas, de las mentes de los niños. ¡Cómo si estos sentimientos no formaran parte de ellos!. ¡Cómo si no estuvieran presentes en ellos!¡ Cómo si no fuera necesario hablar de ellos para que afloren al exterior! Creo que son más naturales ellos que nosotros.
Hoy quiero hablaros de una película que he visto este fin de semana, quiero reflexionar sobre ella, quiero que pensemos y a la vez quiero dar una respuesta más “profesional” a la pregunta que hacía referencia al inicio de esta reflexión.
La película se titula PROFESOR LAZHAR. Su título original es Monsieur Lazhar. Es una película canadiense nominada al oscar, que aborda el delicado tema del suicidio, visto desde la perspectiva unos niños de 10 años, en una sociedad hiperprotectora y en un modelo educativo deshumanizado. ¿Les suena el clima?...
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http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=13511
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