martes, 4 de febrero de 2014

ADIÓS

ARTÍCULO 264

Hace tiempo que descubrí que en la vida siempre hay un principio y un final para todo…Puertas que se abren y puertas que se cierran, barcos que parten de puerto y barcos que llegan a él…A veces es bueno cerrar esas puertas que ya no te llevan a donde te llevaban…que ya no te dan lo que te daban.

Siempre cuento -cuando tengo que cerrar una puerta- que mi madre adoraba saludar con efusión cuando conocía a alguien o cuando se encontraba con algún conocido… Y de la misma forma, lo hacía cuando se despedía de alguien. Me decía que las despedidas eran muy importantes y que debía de decir siempre adiós cuando me fuera de los sitios…Y eso es lo que pretendo con estas líneas: deciros adiós.

El fútbol, en concreto, mi equipo de futbol… en el que juego con mis amigos, ya no me da lo que me daba, es más me quita… Me aburro ya en él, no me divierto. Es imposible jugar y pasarlo bien en tal caos…Es un desorden continuo. Es  un total desbarajuste…Es una anarquía desorganizada…Jugamos como nunca, pero perdemos como siempre…Y perdemos sin apenas jugar en equipo, defendiendo como numantinos y corriendo detrás de un balón, que cuando lo tenemos, lo tratamos bastante mal y somos profundamente egoístas con su posesión. Al futbol- decía Johan Cruyff- siempre debe jugarse de manera atractiva, de forma ofensiva, siendo feliz y siempre debe de ser un espectáculo…Y en este caso, no se cumple ninguna de las premisas.

Por unos motivos y otros, llevaba unas semanas sin ir a jugar y claro cuando uno alcanza la debida distancia y tiempo para ser objetivo en sus valoraciones, se da cuenta que ya no merece la pena seguir aguantando los gritos desesperados de algunos como fórmula de comunicación, la ansiedad continua en el juego, las criticas y culpabilidades-reiteradas- al de al lado, tratando de evadir sus propias responsabilidades y  pidiéndole y exigiéndole que haga, lo que no es capaz de hacer él…Comportamientos anárquicos y déspotas hacia el propio compañero… Excitación y alteración como mecanismo para mantener tensionado al equipo. Ja ja ja…¿No será que sobreexplotamos estas situaciones como recurso catártico? 

Cuando tienes unos años y las suficientes vivencias, experiencias e inteligencia para aprender de ellas te das cuenta que usar el fútbol -ya sea jugado o visto- como única fuente para liberar tensiones, no es  bueno y más si se hace con esa impulsividad con la que lo hacen algunos. Tengo en mi mochila numerosas anécdotas de vestuario, hechos y momentos de fútbol muy amplios y os aseguro que un equipo de futbol es como un buen reloj; si el relojero no se implica en su atención, cuidado y mantenimiento diario o alguna pieza falla, entonces,  el reloj todavía será bonito, pero ya no funcionará…Y claro, entonces, ¿para qué quiero el reloj?

 Como poco a poco se desvanece, en mi, cada dia, la idea de seguir jugando al futbol, de forma competitiva… Como las tensiones no las quiero en mi vida, ni la impulsividad y como suelo tomar decisiones para ser feliz; he decidido abandonar este barco, que ya hace mucho tiempo dejó de llevarme en busca del destino que buscaba. Posiblemente buscaré otros navíos que me aporten esa felicidad, ese sosiego y esa tranquilidad que éste dejo de darme… Espero encontrarlos… alguno ya  empiezo a divisar en el horizonte.
Siempre es mejor decir adiós…Poder decir adiós es más valiente… Y como en todo final hay siempre un principio, quiero despedirme de todos vosotros diciéndoos que no olvidéis nunca empezar a ser felices y por supuesto no olvidéis-como decía Santiago Bernabeu- que no hay jugadores viejos o jóvenes, los hay buenos y los hay malos. Un beso para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario